No soy muy de "postureo fúnebre" y eso de mostrar mucho pesar en las redes sociales la muerte de un famoso no me va mucho, a los 82 años bien llevados la posibilidad de morirse no es descartable, pero cuando he leído esta mañana la noticia han venido a mi mente recuerdos entrañables. Los recuerdos de cuando tenías 18 años tarde o temprano se vuelven entrañables, el tiempo se ocupa de ello.

Yo descubrí a Cohen, como mucha gente, en 1988 gracias al disco I'm Your Man. Recuerdo haber comprado el LP en la desaparecida Kilkir y recuerdo envidiar una cosa de Leonard. No era su voz, ni su poesía, ni si quiera su relación con  Rebecca de Mornay. Lo que yo quería del canadiense era su abrigo, el jodido abrigo que lucía en el vídeo clip de First We Take Manhattan. Ese abrigo era imposible de comprar en la Pamplona de finales de los 80, puede que en Manhattan o Montreal sí pero en la capital  navarra imposible. Me empeñe tanto con el abrigo que le convencí a mi madre para que me hiciese uno. En un mundo preyoutube con una televisión con dos canales tampoco era muy fácil pillar el vídeo en cuestión y mucho menos hacerse con el modelo, así que cada vez que salía él en la tele, le llamaba a mi madre para que se quedase con el corte ¡Qué paciencia la suya! 

Al final tuve abrigo, no sé si se parecía o no al de Cohen, yo siempre pensé que sí. Ya no tengo aquel abrigo, ni el vinilo y desde hoy tampoco está Leonard Cohen.

Con ustedes el vídeo y el abrigo.