Les Coquelicots
lunes, mayo 18, 2009
Les Coquelicots, así se llama el cuadro Las Amapolas de Monet. Lo pintó durante su estancia en Argenteuil, en esta época la naturaleza se convertirá en la verdadera protagonista de sus lienzos, como en esta obra, en donde las figurillas parecen fundirse con el paisaje. Su mujer y su hijo pasean por los campos de amapolas de Argenteuil acompañados por otra pareja al fondo. La línea del horizonte se puebla de árboles y el azul del cielo se ve interrumpido por las blancas nubes que se desplazan en una magnífica sensación de movimiento. La iluminación del atardecer inunda de sombras malvas el campo. La pincelada es suelta y produce una paulatina desaparición de la forma ante el protagonismo que adquieren color y luz en la obra de Monet, en el más puro Impresionismo.
Para un profesor de arte contemporáneo que tuve en la universidad, los impresionistas y sus obras no tenían recorrido más allá de las tapas de las cajas de bombones, no voy a discutir a aquel hombre que aunque un poco amargado parecía saber mucho.
El rojo de las amapolas sobre el verde del trigo, la teoría de los colores complemantarios en estado puro. Llevo días viéndolas por todos los campos que rodean Pamplona y acordándome de Monet, el otro día paré e hice una mierda de fotos con la "Crackberri"y seguí corriendo con la "impresion visual" de las amapolas.
7 comentarios
Alex, cada uno se droga con lo que quiere o puede,jejejej
ResponderEliminarSaludos
P.D Las amapolas dices??
La verdad es que es envidia porque yo sólo veo asfalto, sudor, lágrimas, pulsaciones y NARANJOS,jejeje
Saludos desde la otra!
¡Chapeau!para este hombre al que la vida le ha hecho transitar entre latas de tomate y molinos de viento pero no le ha quitado la pasión por el arte que un día le llevó a estudiar a Salamanaca.
ResponderEliminarA mi también me gusta Monet!!!
Esa sensibilidad que te hace ver cuadros de Monet donde otros verían hierbas es la que te hace diferente y especial.
ResponderEliminarDe verdad que te lo agradezco de todo corazón,Alex. Un abrazo.
ResponderEliminarYo estoy disfrutando un mundo estos días...No hay nada que me guste tanto como ver las amapolas salir como por arte de magia en cuanto empieza la primavera.
ResponderEliminarNo sabía el título de ese cuadro!!!...al paredón!!!!!!
besitos.
MIGUEL, desde hace un tiempo mi droga es el correr, no las amapolas que dicen son opiaceas.
ResponderEliminarARANTZA, ¡dos comentarios de mi sister! Está visto que en cuanto escribo cosas que no son de correr te toco la fibra.Besos.Gracias
MARÍA, ¡qué te voy a contar que no sepas! ¡lo que te has aburrido en los museos conmigo!
MANUEL.Suerte en Bilbao.
SYLVIE.Ayer corriendo vi un montón más, va cambiando el fondo, cada día un verde más amarillento pero "les coquelicots" lo salpican todo de rojo, precioso.
¡ Qué curioso! Una de las muchas cosas que echo de menos es correr por un prado/ erial que en primavera se llena de rojo, es una imagen alucinante,que muy probablemente sólo disfruto yo, me acabas de regalar un gran recuerdo con esta entrada ( ¡desde el pasado!).
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