Se llaman Asics Gel Nimbus 10 y yo no me las habría comprado nunca, no porque no me gusten ni sean buenas sino, porque me sale del alma gastar ese dinero. Necesitaba zapatillas hace tiempo, las Mizuno están dando sus últimos pasos y están pidiendo la jubilación. Llevo una temporada amargando la vida a los dependientes de las tiendas de deporte, escudriñando foros y páginas, haciendo cuentas e inventándome excusas variadas para preparar la compra, ese ritual que se repite practicamente cada año y que termina con lo que se denomina, "la gran oferta".

Por mis características como corredor, grande y lento, necesito amortiguación y estabilidad y que se adapten bien a mis plantillas ortopédicas. El color y el aspecto me preocupan menos, si son bonitas mejor. He tenido Nike, Reebok y Mizuno de todas guardo buen recuerdo y cada una corresponde a una época como corredor. Muy lento, lento, menos lento.

Andaba metido yo en este "casting" dando la chapa a el que me quería oír y al que no, cuando mi querido cuñado y amigo Koldo me sorprendió regalándome unas Nimbus. Según él como pago a un favor que para mi no lo es. Yo le dije, que mira la que le están liando Camps con los trajes y que no podía aceptarlo y que para que se había molestado y que venga trae aquí esas zapatillas ...

El corre y sabe que me iban hacer mucha ilusión, también sabe que yo nunca me las habría comprado y que las voy a disfrutar un montón. Gracias Koldo.

Mi amigo Carlos dice que esas zapatillas ya son de gente buena y que me tengo que ir depilando para intentar hacer 1.40 en la media.

Ahora he entrado en las fase estreno, tengo que encontrar el día adecuado, la distancia correcta, que no llueva ni haya barro y que se dé la conjunción astral adecuada. Mientras tanto me las pruebo, ando un poco, me las quito, me las vuelvo a poner. ¡Ay que nervios!