Correr al amanecer

lunes, diciembre 29, 2008




Correr muy de mañana te eleva un par de palmos por encima de los demás mortales, eres superior a tus dormidos vecinos, a tus compañeros de trabajo, a la gente que espera autobuses o mira mear a sus perros.

Para poder correr por las mañanas pronto, en mi caso, tienen que darse un conjunto de premisas, casi una conjunción astral, una alineación de planetas. Tienen que confluir: remordimientos, ganas, climatología, no despertar al resto de la familia, no tener obligaciones ...
Entonces y solo entonces puedes apagar el despertador y no pensar: ¡qué le den! me quedo un ratito más.
Yo hay días que lo consigo y entonces soy superior a todos los demás. A menudo me hago la promesa de correr todos los días a esa hora, o varias veces por semana, sumar no sé cuantos kilómetros y entrenar para vete a saber que carrera. En realidad lo hago muy pocas veces, si suena el despertador antes pongo en peligro mi matrimonio, tengo que dejar a las niñas en el autobús, llueve o hace frío. Además hay que estirar, desayunar como Dios manda y dejar de sudar, tiene que ser placentero no estresante.
Hoy era el día, el nivel de remordimientos gastronómicos estaba altísimo, las niñas estaban en casa de su abuela, entraba más tarde a trabajar y no hacía mal tiempo del todo. Cuando ha sonado el despertador de María en vez de dormir más me he calzado las zapatillas y he salido a correr por una ciudad a medio despertar.
He llegado al trabajo cargadito de endorfinas hoy soy mejor que todos ellos, igual mañana repito, tengo que mirar los astros.

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2 comentarios

  1. Qué precioso video. Yo tengo el privilegio (es dudoso, lo sé, pero para mí es así) de poder entrenar por la mañana. Si tuviera que entrenar después de la jornada laboral, no sé si podría. Los horarios de trabajo deberían ser más flexibles, leñe.

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  2. El otro día gracias a este post cogí fuerzas, madrugué un sábado a la mañana (me levanté a las 7:30) y me fuí a correr por Aranzadi. Acababa de nevar y cuando pasaba por las huertas apagué el mp3 para disfrutar de la paz del momento. Fue mágico. Corrí despacio, corrí poco pero la cadera aguanta y con un par de días de descanso vuelve a su ser. Quizás este año me cure y pueda volver a correr algo...
    Gracias Alex, sin este blog no lo hubiera hecho.

    Un abrazo

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