Todos mis amigos corredores tenemos varias cosas en común, somos ex-fumadores, ex-bebedores, ex-gordos, hemos empezado a correr más allá de los 30 y en esencia somos malos y mediocres. Carlos lo dice clarito: "lo que pasa Alex es que nosotros somos malos".
En la vida habíamos pensado que podíamos terminar una media maratón y menos que podíamos correr varias al año, lo de intentar mejorar las marcas ha venido luego, supongo que por pura testosterona. Como dice una de nuestras santas cuando os conocimos no corríais y no habéis empezado a hacerlo hasta tener hijos, no seré yo quien lo niegue.
Nuestros tiempos en medio maratón han rondado siempre las dos horas,unas veces por encima y otras por debajo, envidiamos y odiamos a todos los que nos ganan sobre todo sin son más gordos, más viejos o más calvos.
Y de repente, el "pelao" de Alberto se va el domingo a correr la media de Vitoria y hace 1.46. ¿A que estamos jugando? ¿qué pasa que ya no somos malos? Eso se avisa.
Alberto es un tío excesivo, lo ha sido siempre, para comer macarrones, para salir de noche o para dar amistad, por eso muchas carreras le han salido mal y ha sufrido más de lo necesario por eso me alegré de su triunfo en Vitoria.
Pero, ¿y yo qué? mi marca en la media es de 1.49, ya no soy el menos malo, el "primum inter pares". ¿qué me depara el futuro? ¿series, duros entrenamientos para seguir viendo por detrás a corredores más gordos, más viejos, más calvos...?
Eso no se hace Alberto.

Entiendo como se sintió Michel Johnson cuando perdió el record de los 200, siempre hay alguien más rápido que tu.