Un viñedo de vino txakoli
martes, septiembre 01, 2009
Un caserío acogedor en un viñedo junto al mar, una yegua llamada Pinky, un perro llamado Lutxo y un número incierto de gallinas que no me presentaron. Todo esto y mucho más es Merrutxu, hago publicidad porque no gano nada con ello y porque pienso que Koldo y Arantxa, los dueños del establecimiento, se lo merecen.
En este lugar, en Ibarrangelu, en la costa vizcaína hemos dado los últimos coletazos vacacionales. Si en esta costa hiciese siempre buen tiempo como este fin de semana, los ricos no irían al Caribe, ni a Sotogrande, ni a otros supuestos paraísos.
He vuelto a hacer bodyboard, quizá sea muy pretencioso decir eso, lo he intentado con poca suerte. Hacía tres años que no cogía una ola, el otro día vi que mi tabla todavía tenía manchas de chapapote del Prestige y que aun me podía meter en el neopreno. Me enfrenté a un mar de los chungos, cogí un par de olas y me comí veinte, tragué agua, arena y no pocas algas. Estoy muy mayor y bastante desentrenado para estas actividades, al día siguiente me dolía todo.
Tenía intención de correr por la comarca pero casi no lo consigo, se estaba muy a gusto en la cama, en la toalla o bañandome en el mar o en la terracita, por fin el lunes a la mañana me arranqué. Lo malo de Euskadi es que está todo cuesta arriba o cuesta abajo, sobre todo los caseríos siempre están puestos por encima de los montes, es agotador.
Playa de Laida
Aquí debería ir una foto de satélite con el recorrido, pero al arrancar el Forerunner marcaba “low battery” y se apagó, me quedé sin saber pulsaciones, velocidad, distancia ... A falta de datos más concretos os diré que me ladraron siete perros, vi treinta vacas, unas sesenta ovejas (alguna de ellas negra), una señora y corrí una hora aproximada.
La Nao Victoria
Terminamos el fin de semana en Lekeitio y allí me encontré con LA NAO VICTORIA, bueno era en realidad un réplica, pero me hizo mucha ilusión. Me acordé del Primus circumdedisti me del colegio. Para mis hijas era una barco de piratas, les saqué de su error y les metí una chapa sobre la vuelta al mundo Magallanes, Elcano y la náutica histórica, de todo, lo que más les importaba era cómo murió el pobre de Magallanes. Con un caluroso viento sur de popa nos volvimos para casa, con las alforjas llenas de tomates, vino txakoli y pimientos verdes.
Al final me ha salido un post raro, no sé si es un folleto turístico, una crónica de entrenamiento o un apunte pseudo histórico. Es lo que hay.
4 comentarios
Qué suerte has tenido, Alex. Casi no me acuerdo la última vez que ví una vaca y una oveja. Vivimos tan rodeados de cemento que nos creemos los únicos habitantes del planeta y pensamos que eso de la naturaleza no existe. Del txakoli sí que tengo memoria, y mucha; justo al lado de casa, pared por pared, hay una taberna vasca, Irura, y allí la verdad es que me pongo las botas y morado escanciando el vino blanco que sabe a gloria bendita. Nos seguimos leyendo. Un abrazo.
ResponderEliminarChico, da igual lo que sea...el caso es que has sabido contar que no pegaste ni chapa esos días...que te dedicaste al vino, al turismo y a la toma de contacto con el sol...(porque lo de la hora corriendo, sin datos, como que no nos lo creemos)...
ResponderEliminary vamos...que has hecho lo mejor que se puede hacer en vacaciones...tirarse a la bartola!! (no es rubia ni alta, pero cómo está la tía!!!).
Besitos.
Si has hecho lo que cuentas, es como para haber llevado a alguien contigo con una cámara de video, y haberlo ido grabando todo.
ResponderEliminarAlex, aquí me tienes. En el intercambio ganamos todos.
Gracias por enlazar mi Blog. Es tu casa cuando quieras o lo necesites.
Poco a poco iré desgranando el tuyo que veo que está bien nutrido.
¡Un abrazo!
PD: Y si Sylvie anda por aquí... será por algo, jejeje...
¡¡ Y don Manuel Binoy !!
ResponderEliminarCasi nada... ;-)