El privilegiado
lunes, septiembre 12, 2011
La foto gentileza de Iñaki
Me decís muchos que soy un privilegiado por correr por los lugares que corro y por tenerlos tan cerca. Yo mismo lo comentaba el otro día con Koldo mientras cruzábamos la falda de un monte y veíamos como despertaba "a nuestros pies la ciudad". Es cierto, me considero afortunado por muchas cosas y esa es una de ellas. Soy de los que piensa que hay que valorar lo mucho bueno que se tiene y se disfruta. No son cosas materiales, son cosas que están a diario con nosotros y que muchas veces no valoramos hasta que las perdemos. Todo está ahí, hasta que deja de estar y desaparece o ya no es posible.
Puedo salir de mi portal, subir un monte corriendo, con un poco de suerte ver ardillas y corzos y volver a mi casa 18 kilómetros después. Puedo correr por un parque fluvial que está a 300 m de mi sofá, ir trotando a otro parque en el centro de la ciudad, levantarme de la silla de la oficina, echar a correr y 500 m después, sentirme libre en la naturaleza ... Puedo hacer todas esas cosas sin coger un coche, cogiéndolo las posibilidades se multiplican, como en este fin de semana.
El sábado, muy de mañana y después de 20 minutos de coche, estábamos en el Vall de Ollo dispuestos a hacer un test serio cara a la Roncesvalles-Zubiri. Iñaki, Vierin, Toño y aquí el que suscribe. El recorrido merece la pena, recorre todos los pueblos, está bien señalizado y el paisaje es precioso. Lástima que en el paraíso también puede estar el infierno, los dioses del Olimpo han decidido vengarse de mi insolencia y de mis burlas a Sísifo y convirtieron el entrenamiento del sábado en una travesía por el Hades. Malas sensaciones desde el principio y pulsaciones muy altas que no bajaban en los descensos. El recorrido es durillo y yo no he hecho los deberes como debía, me faltan kilómetros. A mis compañeros los vi muy bien, Vierin era capaz de hacer la la goma y ejercer de fotógrafo, estoy deseando ver mis caretos subiendo rampas. 19 kilómetros y 2 horas después cogíamos el coche y volvíamos al barrio, poco más tarde de las diez de la mañana, privilegiados y cansados.
El sábado, muy de mañana y después de 20 minutos de coche, estábamos en el Vall de Ollo dispuestos a hacer un test serio cara a la Roncesvalles-Zubiri. Iñaki, Vierin, Toño y aquí el que suscribe. El recorrido merece la pena, recorre todos los pueblos, está bien señalizado y el paisaje es precioso. Lástima que en el paraíso también puede estar el infierno, los dioses del Olimpo han decidido vengarse de mi insolencia y de mis burlas a Sísifo y convirtieron el entrenamiento del sábado en una travesía por el Hades. Malas sensaciones desde el principio y pulsaciones muy altas que no bajaban en los descensos. El recorrido es durillo y yo no he hecho los deberes como debía, me faltan kilómetros. A mis compañeros los vi muy bien, Vierin era capaz de hacer la la goma y ejercer de fotógrafo, estoy deseando ver mis caretos subiendo rampas. 19 kilómetros y 2 horas después cogíamos el coche y volvíamos al barrio, poco más tarde de las diez de la mañana, privilegiados y cansados.
El perfil es "cachondo", la gráfica de pulsaciones ... también
Este es el recorrido, volveré a hacerlo
19 comentarios
Caulquier día te sale Frodo a tu paso y se corre unos kilometrillos contigo. Que suerte tienes, donde vivo yo asfalto y más asfalto, ya estoy harto.
ResponderEliminarBien Alex, es verdad que el privilegio de la naturaleza está a tu alcance... Yo tampoco me puedo quejar... suelo correr en asfalto y tierra. Si me pillo el coche me puedo aislar completamente del mundo, es el caso de este domingo pasado.
ResponderEliminarQué afortunados somos... y qué me dices de la salud!!! Un tesoro infravaloradísimo.
Muchos ánimos
La media de Roncesavalles es la de la vaca, ya sabía que ibas a ser un fijo.
ResponderEliminarALEX correr por montaña al lado de casa no esta al alcance de todo el mundo y hay que disfrutarlo.
ResponderEliminarReconocer es de sabios :-) y sí, qué afortunado eres y qué bien lo aprovechas!
ResponderEliminarbss
Tania
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
ResponderEliminarAlex... Lo cierto es que hay que disfrutar de nuestro entorno y mucho más cuando, como es tu caso, lo tienes a pedir de boca... Sigue disfrutando..!! Ah, no sabes que no hay que dar la espalda en las fotos...?? Je, je..
ResponderEliminarYa te digo, un lujo que echamos en falta sobre todo los "asfalteros", en fin...
ResponderEliminarUn saludo
Y cuanta gente que tiene ese privilegio no conoce ni una cuarta parte de esos lugares que dices, conocerse todos los rincones de nuestro entorno es una gozada, y si es corriendo, más.
ResponderEliminarNi que lo digas, algo así no tiene precio. Y como bien dices, sin necesidad de coger el coche... Hoy en la oficina la secre contaba que estaba de cena con unos amigos en el Puerto Olímpico de Barcelona, y les contaba que su jefe pasaba por ahí corriendo y se iba hasta el hotel W, en la otra punta. Y se ve que alguno preguntó que si cogía el coche para correr por la costa y luego se volvía a casa en coche... :) Qué lujo tener todo esto a unos pocos pasos y sin necesidad de coche!!!
ResponderEliminarTienes razón, es un privilegio poder disfrutar de esos entornos, que por desgracia no esta al alcance de muchos corredores.
ResponderEliminarEn cuanto a esas sensaciones, veo que sabes que vas corto de kilómetros, y eso sabes como solucionarlo; al menos has sabido sufrir, y eso también se entrena.
Un saludo.
Un abrazo privilegiado, privilegiado.
ResponderEliminarLa coma es siempre muy importante donde ponerla...
;D
Gran verdad eso de que la scosas cotidianas son las que tienen valor. No las apreciamos hasta que dejan de estar. Eso sí, en tu caso es fácil valorarlas...un monte tan cerca de casa...qué envidia.
ResponderEliminarAmigo Alex, yo soy unos de los que te lo dice, y vuelvo a felicitarte por ello, por ser un privilegiado por correr en sitios tan dispares, bonitos y tan cercano. un abrazo
ResponderEliminarCoincidimos también en eso, Alex, mis compañeros me consideran un privilegiado por poder entrenar donde lo hago, en pleno pinar y playa o en las fragas del Eume y si me aburro, en Doniños....una maravilla. ¡Dale caña y olvídate de sísifo y su parentela!
ResponderEliminarNo sabes la suerte que tienes (sí, si que lo sabes) Todo el mundo tiene algún monte cercano para ir a correr, pero en la mayoría de ocasiones hay que coger el coche. Poder decir "salgo de mi casa me meto en la montaña" es un lujo.
ResponderEliminarYo viví en el norte de Navarra muchos años, así que conozco bien la zona, la pena es que no me diese por correr entonces... tengo que volver para arreglar eso.
con lo bonito que es correr por mi barrio de noche entre coches, buses y polución...
ResponderEliminarmenos mal que me quedan el pueblo, y la casa de campo
¿Ya te han dicho que eres un privilegiado por vivir donde vives? jeje.
ResponderEliminarNo decaigas y en momentos malos de entreno disfruta del paisaje.
Un saludo.
Disfrútalo bien.
ResponderEliminarEsas son las cosas que no se valoran del todo hasta que se dejan de hacer.
Salu2-G