Todo o nada
lunes, noviembre 05, 2012
Me gusta la maratón porque es arriesgada, te lo juegas todo a una carta, no es solo un tópico. Puedes entrenar como un animal, tener fe, arrojo, ganas, técnica, forma, condiciones, pero puede salir cruz en vez de cara. Todas tus fichas pueden estar en el rojo y salir negro. Ahí esta la gracia en que no hay certezas.
La maratón puede dejarte retorciéndote las tripas en una cuneta, intentando recuperar el calambre de tu gemelo en un bordillo o vomitando agarrado a una farola. Puede que pises un botellín de agua y veas las estrellas en el momento más bonito de la carrera o puede que las fuerzas te abandonen y seas incapaz de recordar tu nombre. Otras veces es una uña, una rozadura en la entrepierna o una mala gripe la semana previa. Igual todo ocurre antes: tu hijo se pone enfermo, tu jefe anula tus vacaciones, la carretera está con nieve y no llegas, no suena el despertador ...
Todo es real, puede pasar, hay miles de historias de maratonianos y maratonianas que no pueden cumplir su sueño. Se suele decir que hay muchas maratones y muchas oportunidades y es verdad, pero tiene que joder un montón.
Desde el domingo no hago más que pensar en eso y en todos los corredores que se han quedado sin poder correr en Nueva York, algunos amigos. No sé si es correcto suspender la maratón, supongo que tendrán sus motivos, pero no lo puedes hacer a 30 horas de la prueba cuando toda la gente está allí. Pienso en el dinero que habían ahorrado para cumplir su sueño, en los meses de entrenamiento, en el sacrificio de sus familias, en las vacaciones reservadas para noviembre, en los kilos de macarrones que han comido .. No, no me parece justo. Tenían derecho a sufrir su propio retorcijón de tripas, a equivocarse en la estrategia, a sus íntimas rozaduras y sobre todo tenían derecho a intentar llegar a completar las puñeteras 26,2 millas y sentirse felices.
15 comentarios
Es complicado mojarse, entiendo a los runners para muchos de ellos preparar esta prueba es una notable inversión de tiempo y dinero, peró también entiendo a la organización de la maratón de Nueva York, seguramente la ciudad no estaba preparada para organizar el evento después del desastre del Sandy.
ResponderEliminarCreo que es una decisión dura que seguro no ha satisfecho ninguna de las partes implicadas.
Saludos!
Estoy seguro de que han tenido un buen motivo para suspender la prueba, los yankees tienen grandes infraestructuras y logística para hacer frente a muchas cosas pero con una catástrofe así sabe Dios como estará el tema por allí...
ResponderEliminarEstoy de acuerdo contigo en todo, pero la Maratón de Nueva York, estuvo bien suspendida, el problema como digo en mi blog, fue el timing, despues de Sandy, nunca se debio dar esperanzas, mas de 40 muertos en Ny, la mitad de ellos en Statem Island, desde donde sale la Maraton, la gente sin casas, sin luz muchos, sin gasolina, sin alimentos, no se si llegaría a España, pero aqui las imágenes eran devastadoras.
ResponderEliminarTiming erróneo, había que haberla suspendido desde el minuto uno, sin dar esperanzas. Error político. Siempre la vida está por encima de una afición.
ResponderEliminarEs lógico haberla suspendido, lo inexplicable es que lo hayan hecho tan tan tarde. Mandaron mails los días previos confirmando la celebración, esto no hay quién lo entienda.
ResponderEliminarsi debe ser una putada pagarte el viaje y la estancia y que te suspendan la carrera, pero en este caso me parece comprensible.
ResponderEliminarEstoy con Tomás, no es bueno correr por donde acaba de morir gente. Los políticos debían haberla suspendido antes y los corredores no debieron subirse al avión.
ResponderEliminarSupongo que entraron en escena muchos intereses creados, agencias, hoteles, compañías aereas,etc. Debió suspenderse el mismo martes....puedo imaginar el disgusto de gente de todos los países el sábado, ya en NY, con viaje, estancia, gastos familiares, y habiendo recogido el dorsal el viernes sin problemas.
ResponderEliminarTotalmente de acuerdo. Si el Alcalde de Nueva York dice que se va a correr y los atletas, muchos que se han tirando ahorrando muchos años para cumplir su sueño, viajan por el ok del señor Alcalde. No se puede a 36 horas suspenderlo. y sí se ha hecho ahora lo que tienen que hacer es como mínimo devolver el dinero a los que no la puedan correr el año que viene porque no tienen un duro. Es más creo que deberían indemnizarlos.. Puf, me he acordado estos días de muchos amigos y amigas de la blogsfera y me ha dado mucha pena. Un saludo Alex. Merecía esta entrada de un auténtico maratoniano
ResponderEliminarEl problema no es la suspensión, sino que poco días antes se confirmó su celebración cuando lo más cabal hubiera sido suspenderla.
ResponderEliminar¿Los únicos beneficiados? Hoteles y agencias de viaje que no tuvieron un aluvión de cancelaciones.
ResponderEliminarHombre Alex es una putada pero creo que está justificado que anulen la prueba.
Saludos
Miguel Anónimo
Me parece que no me he explicado bien, había motivo. No me parece mal que supendieran la maratón, aunque no lo hicieran tras el 11S, aunque no supendieran la fiesta de Halloween ni los espectáculos de Broadway ni el partido de la NBA.Me parece mal que engañaran a los corredores diciendo que se iba a celebrar, que miles de personas viajaran y que unas horas antes lo anularan.
ResponderEliminarHola, esta claro que si lo suspendieron tendrían sus motivos, lo unico que los motivos eran los mismos el viernes que el martes. La mejor forma de demostrar la grandeza de la ciudad es demostrando la fuerza de sus ciudadanos, y para mas motivo.. el dinero de la maraton podría ir destinado a ayudar a las familias afectadas... todo solucionado y todos contentos.... pero a veces la política es mas compleja (porque ellos asi lo quieren)
ResponderEliminarSaludos
Decisión complicada,pero debió de hacerse antes y que cada uno eligiese lo que hacer con su viaje..ir o quedarse.Saludos
ResponderEliminarCompletamente de acuerdo que el problema fue confirmar su celebración.
ResponderEliminarHay muchas necesidades urgentes para tener que dedicar recursos a la Maratón.
Pero enterarte cuando estás aterrizando es muy duro.