Presente en estado puro

viernes, enero 25, 2013



"Aquella caminata frenética de cuatro horas había sido presente en estado puro, sin apenas mezcla de tiempos pretéritos o imaginarios, sin darle ocasión a la memoria de entrar a saco en la conciencia con su horda de espectros y demonios, de jueces y verdugos, y así tiene que ser, se dijo, de esto se trata, en esto consiste el remedio, el mágico elixir, en no parar, en consumir y agotar en el acto las energías de cada instante, cabeza que renace cabeza que te corto, agilidad en la mente y presteza en la mano, en aturdirse y purificarse con la acción, porque no hay pena que no se acobarde ante el empuje de la acción, en no concederse treguas, en la continua prontitud, ras, ras, ras, iba haciendo con la boca, tajando cabezas con la mano, he ahí la única medicina posible, una guerra perpetua en la que no ganarás pero en la que tampoco serás nunca vencido, y en definitiva esa es tu última y mísera morada de paz en este mundo, y en cuanto te detengas o ceses en la brega te alcanzarán de nuevo las furias y los tábanos de la culpa y te torturarán sin piedad ni descanso. Así que no pienses, no recuerdes, no elucubres, cierra la mente al pensamiento, porque cuanto más forcejees con lo irremediable más prendido quedarás en esta intrincada red en que la vida te atrapó al vuelo un inocente día de mayo. Así, eso es, actuar, hacer, agitarse, caminar contando los pasos, calcular las distancias, y sobre todo no pensar, o pensar solo tonterías, asuntos esotéricos, por qué las trompetas miran tanto al cielo, dónde se esconde el viento en los días calmos, cuántas nueces caben en la garra de un oso, quién cuida del arca del bacalao, qué artífice inventó las hermosas barbas de los asirios, había infinitos temas sobre los que tratar y especular, y si no canta y baila y come lo que puedas, acuérdate de la cohorte de afectados y cómo eran felices con solo unas notas de acordeón —ay, el ritmito que se mete en el cuerpo y te envenena con la ilusión de una segunda y brevísima juventud— o soplando la ceniza de un trozo de carne recién salida de las brasas antes de llevársela a la boca y quemarse con él entre las carcajadas anticipadas de la concurrencia. Cualquier cosa menos quedarse quieto e indefenso ante el monstruo invencible de la realidad, o caer en el error de intentar combatirlo con sus propias armas."


More about Absolucion

You Might Also Like

8 comentarios

  1. muy bueno, quizas un poco retorico, pero bueno. voy a ver si lo pillo y lo leo
    saludos

    ResponderEliminar
  2. Landero es bastante retórico, gusta o no gusta, parece que escribe siempre el mismo libro.Yo saboreo cada frase. Escribe poco, libros cortos y cada bastante tiempo, no sé si es porque los trabaja mucho o es vago, me inclino por lo segundo

    ResponderEliminar
  3. A mí me mola Luis Landero porque tocoa la guitarra... bueno no he leído nada de él pero lo vi en una entrevista y me pareció un tío muy coherente, que ya es!

    Saludos

    ResponderEliminar
  4. Jdr con el ebook vaya follón de libros que tengo, y ahora esto de Landero, bueno, para la siguiente. Esto de descargar leer, coger otro, volver a leer, es un caos, hay que organizarse así que no me metas más presión, que es viernes por la tarde y toca .... peli con palomitas. Con lo que molaban los viernes.

    ResponderEliminar
  5. Una cita algo inquietante, como la portada del libro, pero que acaba atrapando. Gracias por compartirlo

    ResponderEliminar
  6. Voy a terminarme el del amigo Espíritu González, y luego le echaremos un vistazo, tiene buena pinta, antes de leer la afamada tri de 50 sombras jjjjjjj.


    salu2

    ResponderEliminar
  7. A mi no me mola Alex ,pero bueno para gustos colores , un saludo.

    ResponderEliminar
  8. «Cualquier cosa menos quedarse quieto e indefenso ante el monstruo invencible de la realidad, o caer en el error de intentar combatirlo con sus propias armas.»

    ¡Qué frase más buena para hoy, precisamente hoy!

    Abrazos!!!

    ResponderEliminar

Like us on Facebook

Flickr Images

Subscribe