El Rocudson y Gigante

domingo, diciembre 31, 2017

Mis padres conocieron a Rock Hudson en la Cataluña de los años 60, dice mi madre que  "Rocudson" era como en la pelis: alto guapo y sonriente, con ese porte de galán clásico y melancólico. En el lugar donde paso las vacaciones hay una foto de aquella época, creo que es del año 1966, la época glamurosa de la Costa Brava. El tío lleva un traje blanco, corbata estrecha y va más repeinado que un niño el día de su comunión.


Esta pequeña anécdota familiar y el valor que demostró al final de su vida hacen que me mole el tipo. No soy nada mitómano pero tengo un cariño especial a algunas de su pelis sobre todo a "Gigante". Recuerdo que en mi infancia la ponían de forma recurrente, tres horas de "Sábado Cine" viendo a Liz Taylor, James Dean y a Rock Hudson interpretando las peripecias de la familia Benedict. La peli es un dramón sobre el amor, los proyectos, la familia, los hijos, la amistad, las frustraciones, los éxitos, el trabajo, los cambios generacionales, las ilusiones, la competitividad, la muerte, los cambios, la discriminación, la vejez, las injusticias, la esperanza.... Una lección sobre el paso de la vida muy apropiado para esta fechas en las que hacemos propósitos y balance. 

Mi escena favorita, obviando el cutre maquillaje, es la de la pelea en la cafetería en la que, Jordan (Rock Hudson) comprende que su futuro nieto mestizo también va a ser como ellos, y se decide a defenderlos del camarero racista. Toda esa pelea en la cafetería , mientras suena la marcha tejana, es sublime. Es una escena que expresa como se derrumban los prejuicios. 

Últimamente viene ese fragmento a mi cabeza de forma recurrente, me siento identificado con ese viejo Jordan de harina en el pelo. Mi vida actual de corredor se interpreta en esa escena: me levanto a por todas, soy capaz de soltar unas buenas hostias, de encajar otras tantas, pero termino derrotado en el suelo con el cartel encima de “We reserve the right to refuse service to anyone.” 

No estoy triste,  como a Jordan Benedict también me viene a socorrer la chica  y son muchos los que me quieren me apoyan y animan.

Se va un 2017 con pocos kilómetros, pocas pero buenas carreras, dos episodios de FA, una pseudo recuperación de lesión y muy pocas entradas en el blog. No es mal balance pero quizás toca cambiar rumbo.

Feliz 2018.

 


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1 comentarios

  1. Alex, la vida es un ir y venir, no siempre se esta arriba, tampoco siempre se esta abajo pero siempre se es y se esta y eso es lo importante. Que el 2018 se llene para ti de buenas cosas y buenas noticias, que cumplas objetivos y propositos y que sobretodo acompañe la salud, el trabajo, el amor, la familia,etc...al final tambien nos tenemos a nosotros mismos y eso tambien es un gran tesoro.

    Que disfrutes del 2018¡¡¡, te esta esperando...

    Un fuerte abrazo¡¡¡.

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