"Ablación de venas pulmonares" suena fatal, igual de mal que el primer amago en el que me rajé , por aquí ya hemos pasado antes, aquella vez decidí escapar y no me arrepiento, creo que tomé la decisión adecuada, he llegado a estar casi un año sin episodios y llevando una vida normal (mi vida normal implica correr)

En octubre se rompió la racha y vinieron los episodios de diciembre, febrero y marzo. En el segundo ataque decidí retomar el proceso y retomar la ablación, los testimonios positivos de algunos amigos lectores del blog me han animado y creo que tengo mucho que ganar. 

No escribo casi nada aquí, me digo a mi mismo que no tengo tiempo pero creo que como a otros me falta motivación, curiosamente uno de los motivos por el que no lo cierro definitivamente es por el tema de Fibrilación Auricular. Gracias a este sitio estoy en contacto con gente deportista que tiene el mismo problema y que lo pasa malamente. Tengo el auto-impuesto deber moral de contar lo que me pasa. Cuando vamos a correr una carrera, cuando buscamos un destino de vacaciones o un restaurante buscamos experiencias de otros usuarios. Vivimos en la época de las experiencias compartidas. Me encantaría leer cómo le ha ido a otra gente que está mi situación, saber cómo les fue la recuperación, cuánto tardaron en volver a hacer deporte, si fue un éxito o no y por eso lo voy a contar todo aquí. Me gustaría más hacer una crónica de una carrera o escribir alguna chaladura de piedras viejas, ojalá vuelvan también esos textos, sería un buen síntoma.

Esta temporada no hay ningún gran objetivo deportivo pero sí hay una fecha señalada en el calendario, 21 de marzo de 2018. Me he estado poniendo en forma para este momento, lo digo en serio. He seguido entrenando para llegar en el mejor momento de forma posible, creo que así la recuperación será más fácil. Esta semana me he despedido del gimnasio, del yoga y de correr. No sé durante cuánto tiempo, nadie me lo aclara, supongo que será distinto en cada caso. No importa, no hay prisa, ni ansia.

Mentiría si os digo que no tengo miedo, no he ingresado en un hospital en  mis 48 años y el tema aunque es sencillo acojona. Sé que estoy en buenas manos, estoy bien acompañado y tengo el convencimiento de que va a ser para mejor.

El miércoles es el gran día.

Gracias por el apoyo. Lo mejor está por llegar


Continuará...