Excesos en el Pirineo
martes, junio 01, 2010Lorbés es el pueblo más al norte de la provincia de Zaragoza, está muy cerca del Pirineo, subido en un cerro y rodeado de campos de cereal. Allí hemos estado toda la familia pasando el fin de semana , abusando de la hospitalidad de mi amigo Camello y su familia. En realidad a Camello le movían oscuras y abyectas intenciones, toda su generosidad ocultaba un macabro y vengativo plan que más adelante relataré.
El sitio es maravilloso, una tierra muy dura y casi abandonada, pero con mucha magia. Ya nadie vive en el pueblo, solo unas pocas familias mantienen en pie con mucho esfuerzo las casas y acuden cuando pueden. La gente se fue a las ciudades a buscarse la vida o murió. Hasta hace unos años no llegaba la carretera, no había agua corriente ni teléfono. Para urbanitas como yo, todo es sorprendente. Ha tenido que ser una tierra “sin pan”, muy dura para vivir. Siempre que voy, me acuerdo de la canción Pueblo Blanco de Serrat. Hay muchos pueblos así en Aragón, montones de piedras que antes eran casas y calles, que ahora se marchitan solitarios, llenos de hierbas, volviendo poco a poco a su estado original de piedra y tierra, con el tiempo ejerciendo de escultor como decía Yourcenar.
Lo pasamos muy bien, las criaturas jugaron mucho y los mayores nos comimos y bebimos todo lo posible. Vermut de grifo, unas migas que se curro el padre de Camello, impresionantes, las costillas a la brasa de varios corderos y cerdos, una caja de pastas tamaño familiar, vino, sidra, limoncelo y gintonics. ¡Qué iluso no sabía lo que me deparaba el destino! Con la última copa en la mano en una noche impresionante nos conjuramos para correr al día siguiente, "a las ocho de la mañana en la cocina, te quiero enseñar una vuelta muy chula” dijo Camello. Dormí como el lobo que se comió los cabritillos, pero después de que le llenasen la tripa de piedras. A la mañana siguiente después de intentar vomitar y no conseguirlo, me metí tres vasos de agua, me calcé las zapatillas de trail y me fui a la cocina, dispuesto a triunfar o morir.
Una mañana preciosa, pajaritos, olores ricos, una luz radiante y unas cuestas impresionantes. Empezamos subiendo casi 200 metros de desnivel, así como quien no quiere la cosa, con las migas maridando con el gintonic en los estómagos. Mientras jadeábamos, contábamos que tiene que haber un camino intermedio entre ponerse hasta el culo y darse semejante paliza ¿porqué somos tan excesivos?, se tiene que poder hacer las cosas de otra manera.
Las fotos las hice en paseo familiar posterior que coincide por parte del recorrido.
Después de la subida demoníaca, vino una bajada de 330 metros, en la zona de menos pendiente, pude dejar de mirar el suelo y vi un hayedo, una ternera y dos perdices. Ahí hubo un rato que le perdoné un poco a mi amigo, pero no duró mucho. A la salida de una pista llegamos a una carretera desde donde se veía el pueblo, me pareció que estaba muy alto. El hígado lo tenía yo para hacer "foie gras", la boca como una alpargata y las piernas no querían subir más. Entonces le propuse a Camello seguir andando y me contestó: "ni hablar, de aquí nos ven del pueblo" "¿Quién coño nos ve si los pocos que hay están durmiendo?", pensé yo. Apreté los dientes y el culo, y sufrí hasta el final de la cuesta. 12 kilómetros y medio en 1 hora 20 minutos, la ruta muy bonita, pero muy dura. Yo creo que me la tenía guardada desde la subida a San Cristóbal. No importa, la venganza se sirve en plato frío, le he apuntado a la Behobia, arreglaremos cuentas en el Alto de Miracruz.
Este fue el perfil maldito y las pulsaciones, que después de todo no fueron para tanto.
Este fue el perfil maldito y las pulsaciones, que después de todo no fueron para tanto.
22 comentarios
Huye de amigos como Camello; nada de lo que hacen es desinteresado; véngate y échate a dormir; en su defensa debo decir que el paisaje debía ser espectacular; un abrazo y a seguir.
ResponderEliminarMe gusta el tono que estás tomando.
ResponderEliminarCorres pero sobre todo disfrutas.
Guapada de entrada y entreno!! muy bueno lo de "quien coño nos ve..! " jajaja esa es la idea!
ResponderEliminarUn saludo amigo!
Precioso lugar y si es para rodar un poco aunque sea con camello, mejor...
ResponderEliminarFijo que camello no tenía tanta sed.jejejeje chiste malo malo.
ResponderEliminarMenudo cuestorro, ese lo haces un par de veces seguida y el fisio te tiene que quitar las contracturas con martillo y zincel.
Nos vemos
con amigos como camello no te hacen falta enemigos... vaya cuestas
ResponderEliminarClaramente la cena fue un subterfugio, con nocturnidad y alevosía, para hacerte sufrir. Esos son amigos.
ResponderEliminarPor lo que leo, vamos a vernos un buen montón de blogueros en Donosti
Un saludo
JUAN
Claramente la cena fue un subterfugio, con nocturnidad y alevosía, para hacerte sufrir. Esos son amigos.
ResponderEliminarPor lo que leo, vamos a vernos un buen montón de blogueros en Donosti
Un saludo
JUAN
El día antes de la Behovia, llevate a Camello de chiquitos y pintxos por Donosti, y así te vengas. Pero ojo, tú mientras a acuarius, eh!. Precioso sitio para perderse un fin de semana.
ResponderEliminarBuen entreno y en un entorno guapo, en Donosti le pones ciego de chiquitos de chacolí y buenos pinchos y en Mari Cruz garrotazo, ya sabes por un amigo……..
ResponderEliminarAgur.
Muy bien Alex. Menudos amigos o camellos tienes! De todas formas lo que no me ha quedado nada claro es dónde habitastéis durante el finde.
ResponderEliminarSaludos y buen entrene, que todo hay que decirlo... adicto al running hasta de escapada fin de semana.
despues de lo que te metistes entre pecho y espalda yo no hubiera aparecido en la cocina a la mañana siguiente y viendo el prefil seguro que hubiera echado el cabrito en la primera cuesta,jeje.camello te ha dao bien pal pelo,einn?la venganza será terrible.en la behobia lo jartas de patxaran,salu2
ResponderEliminarBonito "paseo" por la montaña, jsjsjs. Mira el lado bueno, disfrutaste de esta pasión nuestra y del buen yantar y mejor beber... Eso por no hablar del encanto del lugar. Aquí en León estamos en las mismas: paisajes imposibles, pueblos deshabitados que vuelven a la tierra... Una pena.
ResponderEliminarUn abrazo!
Tiene que ser horrible esa sensación...al menos, sudaste y eliminaste las toxinas.... y disfrutaste del recorrido.
ResponderEliminarVaya cuesta abajo...
ResponderEliminarEso si, la cuesta final no tiene desperdicio.
...hummmm las migas que ricas!!!
Despues de engrasar hay que desengrasar un poquito que no viene mal!!
Un saludo!
No, esta es la única manera de hacer las cosas. En la Behobia se podrá tapear de lujo.
ResponderEliminarVaya preciosidad de sitio, cuánto daría por tener un sitio así para correr.
ResponderEliminarpedazo de sitios para rodar ,un saludo amigo
ResponderEliminarMuchas gracias tocayo. Buenos entrenos por montaña. Lo que no me gusto tanto para mí que no estoy acostumbrados a ellas fueron las cuestas, menudas cuestas tío. Lo dicho, muchas gracias y hasta pronto compañero.
ResponderEliminarUna maravilla de paisajes,seguro que lo pasaste fenomenal,sobretodo cuando acababas de subir cada cuesta.Correr por esos parajes y paisajes no tiene precio.
ResponderEliminarUn abrazo.
Muchas gracias a ti también tocayo, eres muy grande y lo sabes. Como dije en la entrada, a ver si les voy conociendo en alguna prueba, esa es mi mayor ilusión. Un fuerte abrazo amigo.
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